Emilio Da Silva es uno de los casos más extraños que hay en el fútbol español actualmente. Uruguayo, de 31 años, ha jugado en muchos clubes, todos ellos menores al nivel que realmente tiene por culpa de la burocracia que le impidió en su día triunfar a gran nivel.
Su trayectoria se resume en clubes como el Villarreal y el Olímpic de Xàtiva, aunque ha pasado por otros equipos importantes a nivel regional como la Peña Deportiva Santa Eulàlia o el Crack’s.
En el aspecto personal, está casado con una chica de su país, familia de Néstor Fabián Cannobio, ex del Valencia y del Celta, y una de sus motivaciones para venir a España.

Pregunta: Hola, Emilio, un placer. En primer lugar, nos gustaría que repasases tu carrera en general, y así situamos un poco mejor a nuestros lectores acerca de tu figura.
Respuesta: Hola, encantado de hablar de fútbol con ustedes. Pues bien, mi carrera empezó en las canchas de Uruguay, con el Club Atlético Progreso. Con 17 años tuve la oportunidad de debutar en el primer equipo. Conocí al hermano de Néstor, que ahí fue donde lo conocí. Yo debuté por la marcha de este a Peñarol, y ascendimos a Primera en 2001.
Llegué aquí a probar con el Crack’s de Preferente (grupo de Valencia), gracias al sponsor y a su entrenador logré los papeles necesarios para jugar en esa categoría. No pude empezar la liga, por el tema del papeleo, pero aun así fue uno de mis mejores años, metí 25 goles.
Tras esto, llegó el Villarreal con Juan Carlos Garrido, que personalmente me pareció una bellísima persona, aunque no coincidimos mucho tiempo.

P: En ese período, entrenaste con gente como Forlán, Riquelme o Gonzalo, porque te ascendieron a entrenar con el primer equipo…
R: Así es. Estuve con ellos y con Manuel Pellegrini, un entrenador con las ideas muy claras, y lo cierto es que disfruté mucho con él.

P: Entrenando con esos futbolistas, imagino que tu favorito será uno de ellos, ¿no? Hay que añadir a gente como Santiago Cazorla…
R: Lo cierto es que, si puedo elegir, me quedo con Néstor Fabián Cannobio, me encantaba su calidad, que de hecho aún derrocha en Danubio.

P: Pasando a aspectos más de tu persona, ¿qué te gustaría hacer al retirarte?
R: Es una buena pregunta (risas). Me gusta entrenar a los niños, y también la cocina. Probablemente seguiré vinculado al fútbol si no pasa nada.

P: Has tenido compañeros ilustres, que ahora están en Primera y triunfando, siendo incluso de las estrellas de la liga española.
R: Así es, he compartido cancha con Bruno Soriano, Xavi Torres, Juan Carlos, Mariño…Seguro que he jugado con otros que han llegado alto, pero no te sabría decir en este momento.

P: Has jugado en Xàtiva. Muchos tienen la opinión formada sobre Alfonso Rus sin conocerlo, al menos, tanto como tú, porque estuviste cuatro años con él, ¿qué opinas del presidente del Olímpic?
R: Es difícil llevar un club y además ser político, mezclando alcaldía y diputación. Rus es muy querido en su pueblo, tener a una ciudad tan pequeña en Segunda b es muy difícil, y hay menos recursos de  lo que la gente piensa. Y ya no solo eso, jugar contra grandes equipos como el Real Madrid ha sido muy meritorio. Le encanta el fútbol, iba a todos los partidos que podía, muchos de ellos regionales.
No puedo decir nada malo del Olímpic, viví mis mejores allí, el proceso de crecimiento, el paso de Preferente a Segunda b. Yo llegué en la jornada décima en Preferente, estando fuera de promoción. Ascendimos y tuvimos feeling con la afición. Estuve muy a gusto.

P: ¿Qué opinas del fútbol modesto? Siempre es interesante saber de alguien que viene de fuera de España a jugar en estas divisiones.
R: El fútbol modesto en Uruguay es diferente. Se entrena todos los días, aquí no. Me chocaba que la gente saliese, no se cuidase. Mis amigos salían y yo no. Noté mucho la diferencia en el cuidado. Si un juvenil en Uruguay sale, el equipo lo riñe. Eso era en mis tiempos.
Una diferencia también que encontré es que en España no se suele dejar al jugador quedarse después entrenando para mejorar sus habilidades individuales. Recuerdo en Buñol, cuando jugaba allí, que entrenábamos en la Ciudad deportiva del Levante, me quedaba hasta que no había luz. Pellegrini se quedaba con los laterales para mejorar las jugadas de ataque de estos.

P: ¿Qué valoración haces a día de hoy de tu carrera deportiva?
R: Estoy muy contento. Vine a Valencia porque Néstor firmó por el Valencia. El fútbol en Uruguay decaía social y económicamente. Tuve que hacer mucho papeleo, no pude jugar en Tercera hasta ascender con el equipo que jugaba. No podía aceptar ofertas, con 22 ó 23 años se cortó mi juventud deportiva, pero lo intenté hasta hoy. Sigo disfrutando del fútbol.
 Me pude adaptar fácilmente. Vine con gente que era de mi familia, y el idioma es el mismo. En Uruguay había muchos españoles, eché de menos a mis padres y a mi hermano, pero logré llegar a segunda b. Siento que he cumplido.

P: ¿Un consejo para quien, a día de hoy, quiere marcharse a cumplir un sueño que en España no puede?
R: Quien se vaya de casa, que luche por lo que quiere o que aprenda de ello.

P: Muchas gracias Emilio. Ha sido un placer, seguro que hemos aprendido mucho de todo lo que has dicho. Eres un hombre de fútbol, y se nota.
R: Gracias a vosotros. Nos leemos.