No está siendo un trimestre fácil para el Arsenal. La eliminación de la Champions League a manos del Bayern era algo cantado desde el sorteo, pero el mal rendimiento en la Premier ha dinamitado parte de sus opciones de ser campeón inglés. Este bajón sufrido, sobre todo, en el mes de Febrero ha sido, en gran parte, por las sucesivas lesiones de jugadores importantes, especialmente las de Theo Walcott para el resto de la temporada y Aaron Ramsey, que entra y sale de la enfermería una media de 2'73 veces a la semana. A las bajas de los dos británicos se le ha sumado la de Mesut Özil para, al menos, otras tres semanas más. Por si fuera poco, se viene una serie de partidos complicada para los de Wenger: Chelsea en el Bridge, City en el Emirates y Everton en Goodison.

Ante las importantísimas bajas de los londinenses, un viejo rockero se ha erigido como líder absoluto de los suyos. Siempre suele coger su máximo nivel a estas alturas del campeonato y, para no perder la costumbre, este año no ha sido una excepción. Tomáš Rosický, "El pequeño Mozart", está siendo el faro que guía al Arsenal en el momento más duro de la temporada.

El checo encarna todos los valores que Wenger aprecia en un futbolista: talentoso, con un trato de balón exquisito, una visión de juego muy amplia, se deja hasta la última pizca de energía en el verde y es polivalente como el que más. Precisamente es su polivalencia la que está solucionándole muchos problemas a Wenger, ya que, aún siendo mediapunta,  puede actuar tanto en banda como acompañando al pivote defensivo o de mediocentro con recorrido. Por si fuera poco, el 7 es todo garra y corazón, además de tener una capacidad de liderazgo innata.

Este fin de semana anotó el espectacular tanto de la victoria ante los Spurs, sus rivales del Norte de Londres. Un gol tan extraordinario como identificativo del checo: carrera larguísima, buena combinación con Oxlade-Chamberlain y golpeo exquisito a la escuadra de Lloris. Al término del partido reconoció que, independientemente de lo que la gente piense, está convencido de que los suyos pueden alzarse, por primera vez en diez años, campeones de la Premier. No será fácil, mucho menos aún sin sus estrellas, pero 'Mozart' aún no ha compuesto su última sinfonía.

Álvaro Estévez (@alv_estevez)