Cuando se anunció la retirada de Sir Alex Ferguson nadie dudaba que sustituirlo sería un trabajo mayúsculo. Para esta tarea, el propio Sir Alex nombró a su sucesor, lo cual aparentemente debía suponer el respaldo suficiente como para que existiera paciencia prácticamente ilimitada con David Moyes. Pero hoy, 19 de Marzo, pocas horas antes del más que posible último partido de Champions del United en mucho tiempo, todos sabemos que no será así.

La situación de David Moyes es insostenible, lo era ayer, lo es ahora mientras cualquiera de vosotros lee este artículo, y lo será mañana con independencia del resultado del partido de vuelta contra Olympiakos (partido que, vaya por delante, creo que ganará y además remontando la eliminatoria).

No es sólo una cuestión de resultados, los cuales obviamente son nefastos, es principalmente una cuestión de sensaciones. ¿Por qué? Porque si bien muchos pueden alegar que la plantilla no es especialmente brillante, y que un año fuera del top-4 no es el fin del mundo, lo que nadie puede rebatir es que David Moyes se encuentra totalmente sobrepasado por el Manchester United. Además desde el primer día. Muchos esperaban que poco a poco fuese capaz de tomarle el pulso a la institución y adaptarse a su nueva realidad de técnico de equipo TOP europeo, pero no ha sido así, si a su llegada parecía algo asustado, ahora parece un hobre totalmente a la deriva.

Si algo caracterizaba al Everton de Moyes era que era un equipo con las ideas claras. Sabían a qué y cómo jugaban y les daba resultado. Si algo caracteriza al United de Moyes es justo lo contrario: no saben a qué juegan. Empezando porque no saben defender, ni de forma indivudual, ni como grupo; continuando porque el centro del campo es un solar, y finalizando porque últimamente ni siquiera son capaces de marcar goles, lo cual teniendo a Roney, van Persie y Mata en la plantilla es algo realmente meritorio.

Tácticamente Moyes se ha visto superado por tantos entrenadores esta temporada que es imposible enumerarlos a todos, y el problema no es que lo hagan Mourinho o Pellegrini, el problema es que lo ha hecho incluso el sustituto del sustituto del entrenador del Fulham.Si antes Old Traffotrd era un estadio temido, ahora es un lugar donde cualquier equipo considera un desastre no puntuar, y eso es sencillamente inadmisible.

Si bien la plantilla de Moyes no es una maravilla, su nivel no es muy inferior a ninguna de las grandes de la Premier, excepto obviamente la del City. La gran diferencia es que Moyes en ningún momento ha sido capaz de descubrir como hacerla funcionar. Nunca ha encontrado el esquema que la haga brillar. Nunca ha definido de forma clara cual es su equipo titular. Nunca ha conseguido motivar a los jugadores. Y sobre todo, nunca ha sido capaz de convencer a sus jugadores de que era capaz de ser su entrenador.

A dos meses del final de temporada, sólo un milagro en forma de Champions League puede salvar a David Moyes. Y si bien parece improbable que consiga ganar la Champions, aun parece más improbable que consiga conservar su puesto. Principalmente porque el United no necesita continuidad, necesita una revolución. Una revolución en forma de nuevos jugadores y sobre todo en forma de nuevas ideas. Y si algo ha demostrado David Moyes en estos 10 meses es que tiene pocas ideas, y las pocas que tiene no son especialmente novedosas. Por ello parece inevitable que después del último partido de Premier el United y Moyes comuniquen que se liberan mutuamente del compromiso contractual que les une. Porque no nos engañemos, sólo habrá alguien que se sienta más liberado con esa decisión que el United, el propio David Moyes.