Hace seis años, con el gol de Roberto en Écija, se cumplía el objetivo más importante de los dirigentes de Bahía Internacional, con Petón como cabeza más conocida. El ascenso a Segunda División del Huesca significaba ver al equipo azulgrana en una categoría impensable años atrás. Pero, aunque suene gracioso, el proyecto tenía la intención de seguir creciendo y para ello uno de los puntos más importantes era el aspecto financiero, cumplir a rajatabla los márgenes económicos, lo que le llevo a ser uno de los escasos equipos del fútbol profesional en España con sus cuentas totalmente saneadas.

Para lograrlo tuvieron que rastrear por tierra, mar y aire jugadores de escaso coste (en su mayoría veteranos), además de cesiones de equipos cercanos como Osasuna, lo que hizo que se formase una mezcla en el vestuario de lo más curiosa. En El Alcoraz se vio explotar a Andrés Fernández, que tras un Torneo Carlos Lapetra jugado en La Romareda, cogió carrerilla para hacerse con el Zamora de 2ª División. También otros como la pareja Lluis Sastre-Mikel Rico, Omar Ramos o Dani Pacheco han tenido minutos para posteriormente escalar más alto.

Aunque el mana del Huesca durante sus cinco temporadas en Segunda han sido los jugadores veteranos, durante ese tiempo ha pasado lo más granado de Primera División, eso si, cuando los años les causaban estragos. En la portería dos ex de Real Zaragoza, han sido los habituales, Luis García y Doblas. Mientras que en la defensa se vieron dar sus últimos coletazos a David Rivas (ex-Betis), Rafael Sastre (media vida en Gijón), Alberto Marcos (ex-Valladolid), al cántabro Neru o al central navarro Josetxo. También el uruguayo Diogo o Juan Ochoa, ese central de pelo largo que jugó en el Alavés finalista de la Uefa hace más de 10 temporadas.

Luis Helguera, hermano de Iván, todavía sigue siendo parte del Huesca, a pesar de haberse retirado tras pasarse las cinco temporadas siendo el encargado de sostener al equipo que el año pasado fue insostenible. La calidad de Mario Rosas, una de las llamadas perlas de la Masía en la época de Xavi, o todo un campeón de Europa como Nuñez también se vieron, lo mismo que destellos de calidad de Jorge Larena o el extremo sevillista Paco Gallardo. También Moisés, delantero fuerte que pasó por medio fútbol español, estuvo con 38 años siendo delantero oscense para pasar posteriormente a los banquillos.

Aunque una de las mejores definiciones de que fichar treintañeros es tan bueno para la economía como arriesgado fue Nacho Novo, ídolo de la afición, todo el mundo fue feliz al verle de regreso, pocos sabían que llegaría pasado de forma y con escasa motivación tras haberlo ganado todo en Escocía.

Esta temporada esta siendo difícil por la mala planificación veraniega, pero el otro día debutaron los dos últimos fichajes que mantenían una vieja tradición. Fueron el lateral Corrales y el extremo Jonathan Sesma, viejos guerreros de Primera dando sus últimas bocanadas de fútbol. Y es que, en Huesca lo importante parece cumplir económicamente antes que deportivamente, una buena idea realizada en el país equivocado.

David Dorado (@deivid_dd)