Es difícil que, en el fútbol actual, quien se marcha vuelva
para acabar su carrera en categorías menores en España. Pues bien, tenemos un
ejemplo claro con Jordi López Felpeto.
En su día causó revuelo por pasar del filial del Barcelona
al Real Madrid, que en ese momento seguían las rencillas causadas por el
traspaso de Figo. Pero en el Madrid apenas duró dos temporadas, sin jugar, y
parecía ir estancándose poco a poco, pero así es el fútbol.
Tras pasar por la capital, en España siguió con su carrera
en primera división. De este modo, pasó por clubes como Mallorca, Racing de
Santander y Sevilla. Tras su etapa en Santander, volvió a Mallorca una
temporada, pero ya no contó con demasiadas oportunidades en el primer nivel
español.
Se quedó sin equipo, comenzaba la crisis, y el QPR tenía
dinero, llegó la oportunidad en Inglaterra, y allí se fue, pero no cuajó.
Marchó a un club de la misma categoría que el londinense, en Championship, pero
de otro país. Se fue a Gales, al Swansea City, estando dos temporadas, entre la
2009 y la 2011.
Al acabar su vinculación, probó suerte en Holanda, Grecia y
Ucrania. Respectivamente, pasó por Vitesse, OFI y Hoverla. Pero llegaba el
momento de volver a casa, y poco más duraría por tierras extranjeras.
Firmó por la Unió Esportiva Llagostera, un club modesto de
Segunda B, del grupo tercero, perteneciente a la localidad gerundense del mismo
nombre, con presupuesto modesto pero muy buen trabajo.
De momento lideran la liga, con un Jordi López estelar, y
tras una carrera tan dilatada, lidera sin problemas el centro del campo de este
equipo. Sin duda, para los jóvenes talentos del equipo debe ser un lujo jugar
al lado de alguien que se codeó con los mejores no hace demasiado tiempo.
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